"La moral es lo que hace a uno sentirse bien y lo inmoral es lo que hace a uno sentirse mal".
Ernest Hemingway (1896-1961).
El comportamiento del ser humano en la sociedad, está regulado por determinaciones y actividades, muchas de ellas de carácter moral, y otras de índole espiritual. Las acciones de este ultimo aspecto influyen constantemente en la conducta individual, así como en la conducta colectiva del ser humano, entre las que se destacan la moral y la religión.
La moral es una virtud interna que cada uno de nosotros posee, en donde se valora las acciones propias, así como la de los demás, conscientes y libres y que sólo podemos demostrar, observando las conductas en base a los principios éticos que demanda la sociedad para vivir en armonía y pacíficamente.
En otro sentido, la moral es la ciencia que enseña las reglas que deben seguirse para hacer el bien y evitar el mal. Por lo tanto, constituye un elemento esencial para todas las religiones, las cuales se encargan de sus limites, tratando de definir lo licito o ilícito dentro de cada una de ellas.
LA FUNCIÓN MORAL DE LA RELIGIÓN
La religión es el medio por el cual el hombre tributa el culto, el amor, respeto y la reverencia a Dios. La religión se define por la fe, sinónimo de piedad, creencia y devoción por un ser supremo al ser humano, por lo que junto con la moral tiene una influencia decisiva en la conducta personal y social de cada individuo.
Tanto la religión como la moral regulan el comportamiento frente a la sociedad y a los semejantes a quienes Dios recomienda amar unos a otros, como él nos amó. Estos se convierten en factores positivos en la orientación y dirección hacia obtener una conducta de integración social de cada persona y de las naciones en conjunto, todo esto nos conlleva a un mundo mejor.
La
religión tiene sus propias
leyes y sus propios ritos así sea en países diversos.
La moral depende del país o región en la que se encuentre ya que en cada uno, existen leyes y ritos diferentes. Por lo que para unos puede ser moralmente correcto, en otras culturas no lo será.
Se asemejan porque son prácticas que no son de valor
universal, son de valor subjetivo, responden a un tiempo y espacio
determinado.
La
religión tiene su centro en Dios; la moralidad tiene su centro en el hombre. Es
concebible que pueda haber una moralidad puramente humanística que no contenga
ninguna referencia a lo sobrenatural. Sin embargo, La religión es
sinónima de fe, piedad, creencia y devoción, por lo que, junto a la moral tiene
una influencia decisiva en la conducta personal y social del individuo.
Lo que hace la
religión es encaminar al hombre a hacer lo correcto, pero la verdad cada ser
humano debe ser consciente y responsable de sus acciones, ya que solo a el le competen, pudiendo afectar o beneficiar a terceros.
Las reglas morales juegan un importante rol
biogenético en la lucha por la sobrevivencia, ya que los socio biólogos sugieren que los grupos
sociales tienen que afrontar la adversidad, entonces ellos necesitan reglas
internas para regular su comportamiento: sistemas morales, además deben poseer algunos valores adaptativos y aquellos enraizados en la religión ayudan a
santificar su ambiente y aseguran un sentido de obligación y obediencia. Más
aún, sistemas sagrados de reglas morales ayudan a determinar quiénes
sobrevivirán y quienes se reproducirán.
Finalmente, podemos afirmar que si la religión
y la moral influyen en la conducta personal, también influyen en el
comportamiento de la en general lo que constituye una efectiva contribución
para la comprensión y la paz moral. Por esta razón. Debemos estimular que todo
hombre profese una religión o un credo determinado, evitando la existencia en
la sociedad de hombres indiferentes, a quienes les importa un comino que en la
comunidad haya guerra, odios e intranquilidad.
La rectitud de la moral y la pureza de
la religión, son factores positivos en la organización y dirección de los
pueblos para obtener una conducta de integración social de los
hombres y de las naciones que forman este mundo ávido de paz, comprensión y
concordia.
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